Setas mágicas y fantasías de ahogamiento -NME se adentra con el profeta supremo de Muse en el extraño mundo de la mejor banda británica de 2007.
Después de ganar nuestro primer NME, nuestro avión privado se incendió. Bueno, piensas, "hemos llegado lejos, definitivamente". La primera vez que fui a los NNE Awards fue cuando ganamos el de Best New Band, pero recuerdo lo que pasó justo después de los premios más claramente que la gala en sí misma. Teníamos que volar a un concierto en un avión pequeño, y uno de los motores se incendió mientras descendía a la pista de aterrizaje; por suerte no explotó. Estábamos sentados allí con el trofeo en las manos, cuando el avión se incendió, así que creo que fue nuestro mayor momento rockero. Afortunadamente no ha hecho que tenga miedo a volar, o a los premios.
Quería ir a los NME Awards este año, de verdad, pero estábamos a la otra punta del mundo, en Hong Kong. Los NME son unos de mis premios favoritos. Tienen un ambiente más relajado que otros. Es una pena no poder estar ahí, porque normalmente te echas unas buenas risas. Todas las bandas ya suelen estar pedo para cuando empieza el proceso (xD). Eso siempre es divertido.
Hay grupos cuyo concepto de "conseguirlo" gira en torno a cosas externas a la música. Me les encuentro en ocasiones. No voy a dar nombres, pero ciertamente piensas que viven en un mundo tan distinto al nuestro, incluso algunos de ellos están en el mismo nivel que nosotros. Muse realmente no va en esa línea, no consumimos revistas de sociedad (tipo Hola, dice). Creo que somos todo lo contrario a eso. No estoy seguro de cómo definir "celebridad", pero parece que es cuando eres famoso por tu cara, o por tu presencia en la televisión, o por salir en las portadas de las revistas, no por tu talento. Para nosotros es al contrario. Se nos conoce sólo por nuestra música, así que la gente no intenta acosarnos especulando sobre nuestras vidas privadas. Cuando conoces gente deberías juzgarles por lo que son, no por lo que los medios te digan que pienses sobre ellos.
Si pudiera elegir la forma de morirme sería ahogándome. He oído que es bastante relajante. Aparentemente pasas unos pocos segundos de pánico cuando los pulmones se te llenan de agua, pero después te relajas. Te puedes sentar en el fondo y pensar, "hey, esto mola", y te vas quedando dormido gradualmente. Parece una forma tranquila de irse, flotando por ahí, suena un poco trippy. He practicado un poco de submarinismo, me gusta bucear al lado de los peces. Quién me dijo que ahogarse era calmante? Err, mi madre me lo dijo, por alguna razón. No sé, pero creo que una vez se cayó al agua accidentalmente y casi se ahoga, y me dijo, "No te preocupes, es la (mejor) manera de morirse!". Raro, no?
Parece que aceptar la muerte es algo que falta en la vida moderna. Todo el mundo valora demasiado la vida -bueno, su propia vida. Gran parte del esfuerzo que hace la gente por estar sano simplemente aumentará el tiempo que pasen en un hogar de ancianos. No mejora los mejores momentos de la vida. Creo que la gente no debería preocuparse tanto por alargar la vida demasiado. Ahora parece que todos tienen un miedo terrible a estar enfermos o a morirse, y creo que es una manera muy triste de vivir. Intentar alargar tu vida todo el tiempo es como si creyeras que eres tan importante que mereces vivir para siempre.
Tenemos algunas canciones que sólo podemos tocar ante un mínimo de 10.000 personas. Algunas de nuestras canciones encajan con un espacio tipo catedral, se benefician de la reverberación. Take a Bow no funciona en sitios pequeños, pierde mucho. No me importa que los sitios en los que tocamos sean cada vez más grandes. Desde nuestra perspectiva en el escenario, la diferencia entre 5.000 y 20.000 no es tan grande; todo se vuelve borroso a partir de las primeras 5.000 personas. Pero parece que la gente que va a los conciertos piensa que nuestras canciones funcionan mejor en un pabellón/pista/estadio, y por eso pensamos que podemos tocar en estos sitios más grandes. Creo que otras bandas no lo llevan tan bien, sin embargo. Recuerdo haber oído de Nirvana que perdían algo al tocar en esos sitios. Ahora mismo estoy entusiasmado por tocar en Wembley. Es nuestro primer concierto en un estadio deportivo y significa mucho estar en Inglaterra porque es donde tocamos nuestros mejores conciertos. Con los dos primeros discos no fue así, pero ahora estamos en nuestro mejor momento en Inglaterra.
A nuestros conciertos van tanto "metaleros" como "poperos" e indies. Hablando con montón de gente (...) tienes la impresión de que somos el tipo de banda que no escucharían normalmente. Hay metaleros que vienen y dicen "Normalmente no escucho cosas suaves como ésta", y un popero que dirá "Normalmente no escucho rock heavy". Claro que tenemos algunos fans muy obsesivos, pero también hay mucha gente para la que somos la única banda de nuestro estilo que escuchan. Para ellos somos su pequeño secreto, algo aparte.
Desde luego ahora hay muchos que son hijos de la tele. La tele se ha convertido en sus padres; pasan más tiempo viendo la tele o jugando con videojuegos y estimulándose emocionalmente con esas cosas que con la familia. Muchos de ellos están envueltos en esa realidad, y es una realidad muy perturbadora, porque es tan vacía y superficial... totalmente friki/extraño/raro. Hay mucho de esto en Los Ángeles.
Algunas canciones tienen que "destruirse" para existir. Cuando escribí Invincible, la letra cambiaba un poco. Originalmente no era una canción de amor, en absoluto. Había líneas con una orientación más política. Era como un llamamiento socialista, como "Vamos, juntémonos, vamos a derribar el Parlamento". Era un poco como V de Vendetta o algo así. Entonces por alguna razón la cambié por completo y la transformé en una canción de amor. Tampoco me sentía cómodo con eso, así que acabó siendo un poco de las dos cosas. No tan cañera como para ser una canción política, ni tan obvia como para ser una canción de amor; la puedes aplicar a diferentes situaciones. En realidad canto sobre el cambio y sobre cómo lo quieres; tienen que unirse ambas interpretaciones. Creo que ese cambio era necesario.
Es embarazoso, pero la banda de mi padre grabó la canción favorita de Margaret Thatcher y tocó con Rolf Harris. Estaba en una banda llamada The Tornados, y la canción era Telstar. La grabaron con Joe Meek. Mi padre me contó un montón de historias sobre él. Era un auténtico psicópata. Era esquizoide e inestable, a veces también bastante violento con la banda de mi padre. Por lo visto una vez les tiró un magnetófono gigantesco mientras bajaban corriendo por unas escaleras; le dió al bajista y le dejó sin sentido. Supongo que mi padre me metió en esto de ir de gira. Me solía contar historias de lo que hacían, y parecía una vida muy extraña. Fue mucho antes de nacer yo, pero cuando crecí me parecía interesante enterarme de sus conciertos con Rolf Harris y The Beatles, y de todas esas historias raras que acumuló con el paso del tiempo. Pero las de antaño eran unas giras raras, porque era otro mundo; no podías ir y tocar por el mundo como ahora, así que sus experiencias eran mucho más limitadas. Incluso llegó a tocar una temporada en Butlins.
Hasta los 13 años me interesaba más tocar música clásica. Pero después de ver a Rage Against The Machine en el festival de Reading me metí en el rock y tomé un nuevo camino. Creo que hasta entonces quería ser un buen pianista; realmente no me planteé meterme en una banda. Sin embargo creo que he conseguido encontrar una manera de fundir mis influencias musicales tempranas con el estilo de Muse. Estoy descubriendo maneras de mezclar diferentes sonidos con el rock, que no es necesariamente el estilo más desafiante musicalmente. A menudo escucho algo clásico y pienso, "me gustaría haber sido lo bastante bueno para tener éxito en ese mundo". Pero perdí esa oportunidad. Tendría que haber estudiado mucho en mi adolescencia, y estaba muy ocupado haciendo lo que no debería haber hecho.
Las setas mágicas de Devon fueron buenas para la banda. En Devon nadie nos decía que no éramos cool ni nada de eso. No teníamos muchas referencias externas para saber qué música era buena o mala, y creo que nos vino muy bien. Crecimos a nuestro aire, comiendo setas e inventándonos nuestro propio mundo. No nos dimos cuenta de lo raro que era ese mundo hasta que salimos de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario